Cueva de Los Chorros. Acceso por la Conexión o CM-002
Como última fase de nuestro entrenamiento para la Sima Kef Toghobeit, en las montañas del Rif (Marruecos), teníamos pendiente hacer noche en el interior de una cueva. La idea era ver las necesidades logísticas, posibles problemas que puedan surgir y probar cómo nos adaptábamos a lo que es dormir con tanta humedad y temperatura de unos 15º. La cueva elegida para dicha actividad ha sido una vieja conocida de los miembros del Grupo de Espeleología Huesos: la Cueva de la Conexión, también llamada la Comunicación, Acceso Espeleuka ’88, CM-002 o Acceso al Sector 2.
Está cueva está a unos 2,5 km lineales de la boca de la Cueva de los Chorros, con la cual se termina comunicando en su interior, llegando al curso activo del Río Mundo.Después de un «duro» porteo de sacas hasta la entrada a la cueva empezamos a bajar. El Efecto Venturi hace que por la estrecha boca de la cueva salga un viento muy frío y a bastante velocidad. Nada más llegar, con las calores, se agradece, pero cuando estás un rato dentro, bien metiendo sacas o, sobre todo, sacando sacas al salir de la cueva, mojado… la verdad es que cansa.Tras una entrada con un destrepe que se hace sin problemas viene una especie de tobogán que tampoco ofrece mucha dificultad, pues solo hay que dejarse caer. Tras esto viene una zona de gateras, no muy estrechas, pero con barro y agua, que hacen que te tengas que mojar sí o sí y ya estés el resto de la jornada más o menos calado.El desarrollo vertical de la Cueva de la Conexión se basa en dos pozos que están equipados, pero en los que usamos nuestra cuerda por desconocer el estado de la instalada, y porque ya que la habíamos metido hasta ahí…
Sin excesivos problemas llegamos al primer pozo, de unos 20 metros aproximadamente, que descendemos sin problemas.
La cueva es realmente espectacular en cuanto a espeleotemas. Se aprecia el gran poder del agua sobre la caliza a lo largo del tiempo.
Una vez llegamos a la zona donde se iba a montar el campamento dejamos las sacas y seguimos de exploración ya solo con el material individual, por lo que el avance fue más rápido.
Fuimos a la búsqueda del cauce subterráneo del Río Mundo. Para ello bajamos por la Sima Speos haciendo el péndulo al final ésta, pasamos por la colada para, finalmente y tras un rato de pateo, llegar al río. Este no llevaba demasiada agua, o eso dijeron los que lo habían visto en otras ocasiones, pero aun con poca agua era digno de ver.
Tras esto volvimos hasta el campamento donde los chefs prepararon unas delicatessen para cenar. La jornada no dio para mucho más.
Al día siguiente nos levantamos y tras el desayuno recogimos el campamento e iniciamos la operación salida. Ismael y yo regresamos a la Sima Speos a recoger una cuerda que dejamos allí el día anterior por si nos daba por patear más al día siguiente, pero al final preferimos salir antes para volver pronto. El resto del grupo se va en dirección a la salida de la cueva, porteando las sacas.Al llegar a las gateras del comienzo empezamos a sospechar que nuestros compañeros no han salido aún… y nosotros no los hemos adelantado… Esta sospecha se confirma al salir de la cueva.
Tras una media hora de espera Ismael entra de nuevo a ver si los ve. Al rato aparecen. Entre todos se sacan las sacas y ya fuera comentan lo ocurrido: se han metido por un sitio que no era y han dado un poco más de vuelta, lo cual les ha entretenido. Como parte positiva han visto más cueva que nosotros y se han manchado de barro, aún más que nosotros.
Como resumen, la actividad salió muy bien. Se cumplieron los objetivos que teníamos previstos y nos quedamos con ganas de volver a esta interesante cueva.
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