Este fin de semana Alberto y un servidor hemos estado otra vez por tierras andaluzas en la cueva PB-4 del Complejo del Arroyo de la Rambla, en Castril (Granada). Ya estuvimos allí hace casi un mes pero en aquella ocasión no completamos la cueva y tampoco teníamos claro que el camino por el que llegamos a ésta fuera el mejor, así que teníamos como objetivo ver si se podía llegar por algún otro sitio.
Salimos de Ciudad Real el sábado y sin muchos problemas llegamos a Pozo Alcón donde compramos unas cosillas para comer. Tras esto nos dirigimos hacia la cueva, en principio siguiendo el mismo camino de la otra vez. Al llegar a la zona rural próxima a la cueva, donde abundan los cortijos, nos volvimos a quedar atascados. Esta vez la situación era mucho peor.

El lugar del atasco no era en llano (como nos pasó en la anterior visita) sino en una cuesta, la tierra estaba recién arada (estaba muy batida) y encima solo estábamos dos personas lo que me situaba como voluntario obligatorio para empujar.

Decidimos salir de allí (o al menos intentarlo), buscar un mejor camino para llegar y, después de esto, ponernos al lío con la cueva. La verdad es que no pintaba nada bien la situación pero gracias a Alberto, que demostró un gran nivel de conducción y a Atila (su Hyndai H-1) salimos a la primera sin que apenas patinaran las ruedas.

Pasado el susto nos ponemos a buscar la forma correcta de llegar a la cueva, sin pasar por ese camino que suelen arar. Tras no muchas pruebas y consultas del mapa lo conseguimos. El último tramo del camino está muy mal y con lluvia debe dar cosa ir por ahí, pero no estando mojado se puede transitar aunque bastante despacio.

Una vez llegamos al cortijo en ruinas donde decidimos dejar el coche, a unos 500 m de la cueva, nos equipamos y vamos a su encuentro. La encontramos sin dificultad y, por fin, empieza lo bueno.

La cueva la realizamos sin problema y disfrutando bastante. Es una cueva muy bonita, con variedad de formaciones y que no es demasiado técnica. No es necesario el uso de técnicas de progresión vertical porque los pasos que las necesitan están equipados con cuerdas o con escalas.Llegamos hasta una especie de lago, del cual no tenemos claro si se trata de la Sala del Sifón o del lago.En cualquier caso la jornada se dio muy bien. Nos pusimos bien de barro (que era el objetivo principal) y disfrutamos de lo lindo.

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