Descenso de los Cortados de Villalba o Cañón del Júcar
Este pasado Puente de todos los Santos hemos estado por tierras conquenses, en concreto por la Serranía de Cuenca y más concretamente en Villalba de la Sierra.
Los participantes éramos tanto gente del grupo como allegados, por lo que las actividades estaban más orientadas al disfrute que a penar.
Entre esas actividades estaba la realización de un cañón, el Cañón del Júcar, que no es nada técnico pero que tiene la ventaja de que vale para todos los públicos (o para casi todos).
A los que ya teníamos más experiencia en cañones, sobre todo en la Sierra de Guara (Huesca), nos supo a poco. En cambio los que se iniciaban en este interesante y húmedo mundo de los cañones disfrutaron como niños.
El veredicto general es que habrá que repetirlo, eso sí, cuando vuelvan las calores.
Con todo el respeto, me disculparéis pero… montar un grupo así de enorme para bajar un barranco es un atentado a esa naturaleza que tanto amamos. Aguas turbias, fondos revueltos, escándalo, etc.
Pablo, estoy de tu opinión. Pero esto se hace cada vez más. Los grupos son enormes y tienen más impacto en la naturaleza.
Pero también puedo entender que te lo pasas mejor en grupos más grandes. Por ejemplo con amigos.
Saludos