Jornada de acercamiento a la espeleología en El Pozuelo. Sima del Campo
Cuando Alberto (Lupo) del Grupo de Espeleología Diaclasa-Villalba me dijo hace unos días que iban a organizar una jornada de acercamiento a la espeleología en El Pozuelo (Cuenca) y que iban a bajar a la Sima del Campo «recé» para que mi agenda estuviera libre en esa fecha. Por suerte, lo estaba. Cuenca, y en particular la zona de la serranía, es un auténtico paraíso para cualquier amante de la naturaleza y, particularmente, para los amantes de la espeleología.
Así que allí me planté, como único representante de nuestro grupo, deseoso de ponerme los cacharros otra vez.
El camino a la Sima del Campo es bastante sencillo. Nada más llegar a El Pozuelo por la CUV-9201 sale a la derecha un camino y ya es solo seguir las indicaciones a la Sima del Campo. Ojo porque en época de lluvias o nieve, como era el caso, el camino puede estar muy embarrado y aunque a primera hora, con todo helado, se va bien, a la vuelta la cosa cambia y mucho.
Llegamos a la boca de la sima, que está rodeada por una barandilla de madera, y empezamos a equiparnos.
La idea es hacer dos grupos. Alberto, Adrián y yo bajaríamos por el pozo Skat. Mientras Juan, Orozco y Rubén lo harían por la vía principal. Abajo nos cambiamos y nosotros subiríamos por la vía principal y ellos lo harían por el Pozo Skat.
La sima tiene formaciones interesantes, pero no es de las más bonitas que he visto por esa zona. Técnicamente, sin ser difícil, tiene bastantes pasamanos muy altos que la hacen interesante.
Una vez abajo esperamos a que llegue el grupo de Juan. Cuando llegan vemos que justo en el último tramo (el que será el primero para nosotros), hay una caída de agua que es de las de sí o sí. Así que ellos bajando y nosotros subiendo, nos calamos bien.
Por la tarde empieza a llegar la gente de los pueblos de la zona y empezamos a equiparlos. Alberto y Juan se encargan principalmente de coordinar la parte de la visita al interior de la cueva.
Tras recoger los trastos nos volvemos a El pozuelo, no sin luchar contra el barro de los caminos, donde Juan nos dio una charla sobre la historia de la Sima del Campo y luego la gente del pueblo nos preparó una impresionante cena, como solo en los pueblos saben hacer.
En resumen, muy bien aprovechado el viaje. La Sima del Campo, una de las clásicas de la zona centro, merece la pena, especialmente con tanta agua como está ahora. Por otro lado, haber conocido a más gente del Grupo de espeleología Diaclasa-Villalba también ha sido una gran experiencia. Muy buena gente. Por último, la gente de El Pozuelo (Cuenca), también muy maja y agradable. Creo que no se me olvida nadie en esta sección de peloteo, bueno sí, las grullas. Chicas, soy muy grandes. Seguid haciendo esas migraciones y alegrándonos nuestras visitas al campo.
Más información
- Documentación de acceso y topografía de la sima: Club Viana.
Fotos:
Así estaba la sima unos días antes:
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