Este domingo teníamos planeada una visita “multitudinaria” a la Cueva de los Muñecos, en Abenójar. La idea era continuar con la tradición de montar un Portal de Belén en el interior de la cueva cada Navidad. Más concretamente, reparar la cabeza de la figurilla de San José que, tal vez por los celos por cómo miraban los Tres Reyes Magos a la Virgen María, o por la vida en la continua oscuridad de la cueva, había perdido la cabeza.A la visita se esperaba que asistiera bastante gente, tanto del Grupo de Espeleología Huesos como allegados al mismo, pues se trata de una cueva nada técnica, a la que se llega fácilmente y que tiene formaciones interesantes.

Al final, la fe excesiva en el hombre del tiempo ha hecho que solo seis personas nos hayamos atrevido con la misión de reparar la cabeza de San José. La mañana ha sido bastante fría y todo indicaba que por la noche ha caído una buena helada, pero al salir de la cueva el cielo estaba despejado y al Sol se estaba bastante bien.

Los asistentes a la actividad, capitaneados por Ismael, hemos recorrido toda la cueva viendo las formaciones y manteniendo un especial cuidado en no molestar a los murciélagos que ahora están hibernando. Finalmente nos hemos dirigido a la zona del Portal de Belén y, tras una delicada operación de acoplamiento, se le ha devuelto a San José su cabeza.Como resumen, una cueva que puedes disfrutar sin mancharte, pero que tiene dos gateras que están muy bien para los que no recuerdan lo que sintieron al nacer.

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